Alergias alimentarias en niños: ansiedad, aislamiento y otros efectos en la salud mental
Las patologías relacionadas con la ingesta de ciertos alimentos pueden afectar emocionalmente a los menores. Ante ellas, es recomendable que los padres fomenten su autonomía, haciéndoles conscientes de su problema y partícipes en sus cuidados para que se sientan más seguros
Estefanía Pineda tiene tres hijos de 13, 11 y 7 años. El mayor tiene alergia a la proteína de la leche de vaca, es asmático, sufre alergias ambientales y está diagnosticado de esofagitis y colitis eosinofílica, un trastorno gastrointestinal muy ligado a los procesos alérgicos. El mediano también tiene alergias ambientales y asma, además de alergia a las lentejas (ha superado la del huevo). La pequeña es la única que no sufre ningún tipo de alergia o intolerancia. Las alergias alimentarias de sus hijos han marcado los últimos años de la vida de Pineda y la han convertido casi en una experta en la materia. Hasta tal punto que ha creado Sin trazas de leche, una tienda especializada en productos sin alérgenos en Motril (Granada), también se puede comprar online, y ha publicado el libro La alergia no es un cuento (Zenith, 2024), en el que ofrece soluciones prácticas y sencillas para convivir con las alergias alimentarias y poder seguir disfrutando de la comida. Llegar a ese punto, reconoce, no ha sido fácil. “Vivo con ansiedad. Cualquier persona que habla conmigo me dice que estoy acelerada. Es mi manera de ser, ya vivo siempre alerta”, cuenta a EL PAÍS.
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