Cuba, un sistema eléctrico obsoleto, sin inversión y dependiente del petróleo importado
Más del 95% de la generación depende todavía de los combustibles fósiles. La isla pugna por recuperar el servicio casi 24 horas después del apagón
El apagón a gran escala sufrido este viernes en Cuba es un episodio más, quizá el más grave, de una larga lista de incidentes en uno de los sistemas eléctricos más deteriorados y estresados de América Latina. Décadas de falta de inversión, tanto en plantas de generación como en redes y una dependencia casi total de la generación fósil (gas y, sobre todo, diésel y fuelóleo, ambos importados) lo han convertido en uno de los más frágiles de la región. Todo, a pesar de las buenas condiciones de partida (sol y viento) para la eclosión de la fotovoltaica y la eólica, las dos tecnologías que están cambiando por completo el paradigma energético de los países ricos y, también, de muchos emergentes.
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