El Barça de los caramelos
Hansi Flick ha seducido al barcelonismo con un fútbol de ritmo altísimo, con un juego al límite y vertiginoso
Deberían poner un cartel de “solo para expertos”. O el clásico aviso de que no lo intentemos en nuestras casas sin supervisión profesional. Es peligroso empezar un partido del Barça de Flick pensando en imitar con tu equipo algo de lo que vas a ver. Estoy sufriendo. Me imagino las defensas de equipos de infantiles en mitad de campo, tratando de tenderle una trampa a su rival para que caiga en fuera de juego. Lo estoy viendo. El central izquierdo empujando hacia adelante a sus compañeros y al lateral dando dos pasos hacia atrás y tres hacia adelante para reajustar la línea y evitar el desastre. Los veo. Los veo esprintando hacia atrás cuando les meten el pase a la espalda, con el brazo arriba pidiendo que se levante la bandera. Si en élite está yendo de milímetros y con VAR, ni me imagino el riesgo en partidos sin asistentes.
¿Cuál es tu reacción?