El raor, locura balear por una peculiar delicia de temporada
El fin de la veda de este pez llena las costas de Baleares de barcos de recreo ansiosos por hacerse con un bocado exquisito que escasea en las lonjas y se degusta en una corta ventana de tiempo
Cientos de embarcaciones de recreo se echaron al mar al alba desde puertos y clubes náuticos a lo largo de toda la costa de las Islas Baleares el domingo uno de septiembre. Familias enteras, grupos de amigos en llaüts, en pequeñas barcas y en lanchas neumáticas. Caña en mano, desde cualquiera de las cuatro islas todos tenían el mismo objetivo: hacerse con una buena captura de raor, un preciado y esquivo pez convertido en delicia gastronómica que en los últimos años ha disparado su precio de venta en las lonjas por la escasez de capturas entre la flota profesional. Conocido también con otros nombres, como lorito o pez navaja, de carne suave y cocinado sencillo, la fiebre por esta especie inunda desde hace años las aguas de las islas, convirtiendo el fin de la veda el primer día de septiembre de cada año, en una suerte de liturgia de pesca social. La flota recreativa del archipiélago, con alrededor de 12.000 licencias, acapara anualmente las capturas de raor con más de 86 toneladas pescadas frente a los apenas 400 kilos que los pesqueros profesionales capturaron el año pasado, según datos ofrecidos por la Federación balear de cofradías de pescadores.
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