Ideas de maternidad perfecta, expectativas sociales e incomprensión: atrapadas en el tabú de la depresión posparto
Alrededor de una cuarta parte de madres sufre síntomas de este trastorno después de dar a luz. Los sentimientos de tristeza, culpa y desesperación suelen quedar en secreto, y la detección es difícil: “En las revisiones nadie les pregunta a ellas cómo están”
Ana pensaba en tirar a sus hijos por la ventana a los pocos meses de haber dado a luz. Marina se arrepentía de haber tenido al suyo. Laura ya no tenía ganas de vivir, no soportaba el cansancio y la soledad después de parir. Y Celia, como Laura, pensaba en quitarse la vida. Todas se habían convertido en madres hacía, al menos, seis meses y todas transitaban por lo mismo sin saberlo: una depresión posparto. Creyeron que habían enloquecido, sus bebés les traían angustia, tristeza o desesperación. Pero como ellas, hay muchas más, aunque es difícil saber cuántas. La mayoría se traga estos pensamientos y trata de seguir adelante. Es un tema tabú. Varios estudios internacionales sitúan la prevalencia alrededor del 15% de las madres, y un informe del Consejo General de Psicología de España eleva a una cuarta parte las que tienen síntomas de depresión posparto al año de dar a luz.
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