La Bienal de Dakar ejerce de trampolín para creadores africanos con escaso acceso a los circuitos internacionales
Unos 60 creadores del continente reunidos en la gran feria de arte contemporánea, sueñan con hacerse un hueco en el sector, en un contexto en que los conflictos y la falta de recursos los condenan a menudo al anonimato o al exilio
El viento cálido trae una mezcla de arena del desierto y de aroma de playa a las calles de Comico-Mermoz, una tranquila zona residencial de Dakar. En la planta baja de Kër Diaba Gaye, uno de los muchos edificios de apartamentos que se han construido en esta zona en los últimos años, se encuentra la galería Arte. En su interior, Abibi Keïta espera pacientemente a los visitantes, entre estatuas de madera, muebles y todo tipo de adornos. Las blancas paredes de la galería serán su dominio durante el próximo mes. El lugar donde esta mujer maliense de 26 años expone 30 retratos de colores vivos, trazados con pequeños puntos y compuestos por diferentes materiales. Junto a cada obra hay una etiqueta con el precio en francos CFA y en euros. “Estaría bien vender algo”, afirma Keïta animadamente, “pero el dinero vendrá después. Estoy aquí, sobre todo para abrirme puertas”.
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