La pasarela de Milán mira al pasado para construir el futuro
Prada ha rescatado piezas antiguas e icónicas, Max Mara ha erigido como musa a Hipatia y Fendi ha mirado al pasado de la casa. Marni se ha desmarcado con una colección con el humilde algodón como protagonista
Prada es una fábrica involuntaria de piezas meme. Piezas que extrañan la primera vez que se ven en la pasarela, pero que en cuestión de horas se cuelan en las carpetas, moodboards y listas de deseos de los ojeadores de las cadenas de moda rápida, pero también de las marcas de su mismo rango. Es decir, en 12 meses, esas piezas, o algo parecido, estarán en casi todos los armarios, como ocurrió con el famoso, y ficticio, jersey azul cerúleo que acabó llevando sin intención Andrea Sachs en la película El diablo viste de Prada. Se lo explicaba el personaje de Meryl Streep: no era un color casual, aquel color había surgido de las decisiones que un momento tomó un diseñador y afectaron a toda la industria. Lo curioso es que algunas de las piezas vistas este jueves 19 de septiembre en la pasarela de Milán ya estaban en nuestros armarios. Literalmente, Prada ha rescatado zapatos virales de hace casi 20 años, cuando aún no utilizábamos la palabra viralidad. Algunos jugaron en el desfile a reconocer, con añada, las piezas reeditadas. Ejemplos fáciles: los zapatos Oxford con suela de esparto y goma; las clásicas sandalias de tiras cruzadas o los mary janes de punta engomada.
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