La reforma de bajo presupuesto que ha transformado una bodega abandonada durante 50 años en una casa moderna
La arquitecta Belén Ilarri firma un proyecto, Residencia CASU, que respeta al máximo las estructuras y los materiales originales del inmueble, ubicado a las afueras de Requena, en Valencia
Formada en el campo de la restauración del patrimonio, la arquitecta valenciana Belén Ilarri, de 51 años, afronta su trabajo desde una mirada de admiración y respeto por lo ya construido. Durante su trayectoria lo ha hecho en la torre de la iglesia de San Diego en Lorca (Murcia, 97.151 habitantes) tras desplomarse después del terremoto de 2011, en el castillo de Chera (Valencia, 492 habitantes) o las murallas que hay al sur de la villa de Requena, su ciudad, donde viven algo más de 20.000 vecinos. Allí mismo ha mantenido su filosofía al abordar la reconversión en vivienda de una vieja bodega. En ella ha respetado los materiales originales, la configuración del espacio e incluso las manchas de vino en las paredes. También las viejas cuentas a lápiz que permanecían en los muros de cal. “Si una casa tiene más años que tus abuelos, ya tiene muchísimo valor, así que he sido muy respetuosa”, explica quien, con poco presupuesto, ha conformado Residencia CASU, una singular, atractiva y cómoda vivienda vacacional de aires tradicionales y detalles contemporáneos.
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