No tenemos ni p*** idea
El documental sobre Luis Enrique es un trabajo tenso y feliz atravesado por sus minutos finales, donde se muestra a un superviviente que ha aprendido a gestionar el dolor dándole la vuelta
No deja de ser curioso que uno de los documentales deportivos más celebrados del año tenga como protagonista a Luis Enrique, entrenador (hoy del PSG) frecuentemente maltratado por la prensa y hostil con ella. Una relación distante y sarcástica que ha desembocado en un trabajo audiovisual primoroso para el cual se ha necesitado, además de la calidad de los periodistas, la generosidad absoluta del técnico: puertas abiertas incluso para las charlas más íntimas, los intestinos del fútbol de élite puestos al aire de una manera que un fan sólo puede celebrar. Así funciona un vestuario y un equipo técnico dirigido por un entrenador de club que lo ha ganado todo (con el Barça) y un hogar que vive los sobresaltos del equipo como terremotos propios, pues la prensa (tampoco la francesa) no perdona.
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