Que quienes lo han perdido todo con la dana puedan conservar sus recuerdos
Las pertenencias personales, y muy especialmente las fotografías, siguen siendo memoria e identidad, historia de la propia vida
La magnitud del horror y la tragedia de la dana que ha asolado Valencia es inconmensurable, y no hay palabras suficientes que puedan describirla y dar cuenta de ella sin sentir que no se hace justicia a quienes siguen padeciendo sus consecuencias. En primer lugar, y a años luz de lo demás, están las pérdidas humanas, inauditas y sin precedentes en un suceso de estas características en nuestro país; en segundo lugar, están los profundos daños materiales que han sufrido negocios y viviendas, infraestructuras y servicios, cuya devastación está haciendo que la vida de miles de personas sea difícil y dolorosa durante un tiempo imposible de calcular, pero que será muy prolongado y del que no habremos de olvidarnos.
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