Sin defensas contra el odio: las narrativas tóxicas se imponen tras la dana
Más allá de las explicaciones oficiales y el debate político, prenden entre la ciudadanía discursos cargados de mentiras, amenazas e intolerancia interesada
La avalancha de falsedades envenenadas desatada tras la tragedia de la dana en Valencia ha herido la conversación pública. En comidas de amigos, en tertulias espontáneas y, por supuesto, en grupos de WhatsApp ya se derraman con naturalidad lecturas conspiranoicas, mentiras rotundas y teorías extremistas. “Nunca vi desplegarse un episodio de desinformación, propaganda y manipulación política tan extenso y elaborado”, resume Iago Moreno, sociólogo especialista en política digital. Al escrutar el cenagal de desinformación que se ha desbordado sobre los españoles, Moreno concluye: “Es una locura que muestra nuestra profunda debilidad como país para hacerle frente, no hay anticuerpos que protejan la conversación pública”. Hasta el Rey puso el foco sobre este problema en su diálogo con varios vecinos de Paiporta el pasado fin de semana.
¿Cuál es tu reacción?