Un edificio flexible que deja entrar la naturaleza para el Centro de Arte Moderno Gulbenkian, en Lisboa
La reciente ampliación de las salas y la renovación de los jardines del CAM dejan que la luz natural entre a raudales al interior de este museo, la nueva y perfecta excusa para visitar la capital portuguesa
¿Se acaban las ventanas clausuradas al exterior en las salas expositivas? Parece que lo de encerrarse a cal y canto en el interior de un museo va tornándose una cosa del pasado. Hoy manda la continuidad de las salas con el paisaje exterior, donde la luz natural juega con las siluetas de los objetos de arte contemporáneo. Esto es lo que propone el Centro de Arte Moderno Gulbenkian (CAM) de Lisboa, que ha inaugurado recientemente su renovado edificio con la llegada del otoño, ganando 900 metros cuadrados de espacios expositivos que se abren al maravilloso jardín adyacente. Y vaya envidiable luz la de Portugal, en la ciudad de las aceras onduladas, colándose entre la vegetación de un restaurado parque estilo japonés, en este caso, vigoroso de humedad atlántica.
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