Una superviviente de Nagasaki: “El riesgo de que las armas nucleares sean utilizadas está aumentando en Ucrania y en Oriente Próximo”
Masako Wada es miembro de Nihon Hidankyo, la organización premiada con el Nobel de la Paz, formada por víctimas de los bombardeos de Hirsohima y Nagasaki
Masako Wada tiene 81 años. Nació en 1943. Era un bebé de un año y diez meses en el momento del bombardeo sobre Nagasaki a las 11.02 del 9 de agosto de 1945. Se define, con humor, como “la más joven del departamento de juventud” de Nihon Hidankyo, la institución galardonada en octubre con el Premio Nobel de la Paz del año 2024 “por sus esfuerzos para lograr un mundo libre de armas nucleares y por demostrar mediante el testimonio de testigos que las armas nucleares no deben volver a utilizarse nunca”, según el Comité del Nobel. Fundada en 1956, Nihon Hidankyo es la única organización nacional japonesa de los llamados hibakusha, los supervivientes de la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki. Igual que Wada, todos sus miembros son víctimas del arma más destructiva jamás empleada por humanos contra humanos. Persiguen la abolición de las bombas atómicas mediante la palabra, contando su experiencia. Wada ha tomado el relevo a medida que los supervivientes más ancianos han ido muriendo. Tiene una mirada viva y se hace entender por medio de intérprete. “El peligro de que se usen las armas atómicas está aumentando”, alerta en una entrevista realizada a finales de octubre en la pequeña oficina de la organización en Tokio, dos pisos estrechos llenos de cajas, libros y panfletos. Ella no recuerda nada del bombardeo. Suele contar la historia de su madre. Despliega un mapa de la ciudad para acompañar la narración:
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