Una visita al taller de Rubens: el obrador donde se pintaron las mejores superproducciones del barroco
El Museo del Prado inaugura una exposición que recrea el santuario del artista flamenco y sus trabajos con múltiples colaboradores
En el mundo contemporáneo se tiene asumida la producción en serie de obras de arte concebidas para dominar el mercado. Damien Hirst, Jeff Koons o antes Andy Warhol serían buenos ejemplos de esa manera de producir en serie. En estos casos, es la marca la que determina precios y éxitos. Pero no son estas famosas celebridades las inventoras de la producción masiva. En un largo viaje al pasado, se podrían investigar varios nombres entre la élite de los maestros históricos (Rafael, Guido Reni, Luca Giordano), pero sobre todos ellos destaca Pedro Pablo Rubens (Siegen, 1577-Amberes, 1640). Conocido como el príncipe de los pintores, Rubens fue también el más exitoso y prolífico. A él y a su taller (también se les llamaba obradores de pintura) se le atribuyen alrededor de 2.000 obras, un centenar de las cuales se encuentran en Madrid.
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