“A ver si quedamos” y otros síntomas de que una amistad está acabada
El cambio de prioridades, la asunción de nuevos roles y el desarrollo de la vida profesional a menudo hacen que los lazos afectivos se debiliten. Además, las redes sociales dan una falsa sensación de cercanía con viejos amigos a los que ya ni siquiera vemos. Pero, ¿se puede revivir una relación?
Pongamos que dos viejos conocidos —Lucas (32 años) y Lucía (33)— se encuentran de manera casual mientras esperan sus respectivos turnos en una sala de espera. Están sentados en asientos diferentes, pero bastante próximos, lo suficiente para que alcancen a verse y se acaben saludando: “Hola Lucas, ¿cómo estás? ¿Has vuelto de Londres? Ya he visto que has estado viviendo allí una temporada”. A lo que Lucas responde algo así como: “¡Cuánto tiempo! ¿Cómo estás? Sí, me mudé un año por trabajo, pero ya estoy de vuelta. ¿Sigues trabajando en la clínica?”. La conversación continúa, aunque no se dilata mucho en el tiempo, comentan algunos aspectos superfluos de su vida reciente sin dar más información de la estrictamente necesaria. Para terminar, uno de los dos entona eso de “bueno, pues a ver si quedamos”, una frase que, más que reflejar una intención real de volver a verse pronto, es una manera de despedirse amablemente.
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