Alubias de España: las variedades que deberías conocer están en su mejor momento
Forman parte de los grandes platos de cuchara, se extienden por todo el territorio y hay que estar alerta de los posibles fraudes que existen
Las alubias que hoy consumimos en España (Phaseolus vulgaris) llegaron desde América en el siglo XVI para quedarse. Aunque en la Península se consumían sobre todo habas, garbanzos y lentejas, las nuevas legumbres tuvieron más suerte que las patatas —repudiadas hasta finales del XVIII— y los tomates y en el siglo XVII ya se cultivaban en las regiones menos áridas y con mayor pluviometría. Ayer, como hoy, explicaba Ismael Yubero en Alimentos con historia, sus beneficios nutricionales fueron avalados por los científicos de modo que empezaron a plantarse con éxito habichuelas en Andalucía, fesols en Valencia, caparrones en la Ribera del Ebro, mongetes en Catalunya, alubias en Galicia y fabes en Asturias. Y así surgieron los peroles andaluces o potajes, las cazuelas murcianas, las olletas valencianas, las escudellas catalanas, los potes gallegos y las fabadas asturianas que, dicho sea de paso, no existían en tiempos de Don Pelayo, de manera que su intervención en la derrota de las huestes árabes es tan solo una leyenda.
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