Analgésico social
Los innecesarios padecimientos de 2008 han impulsado políticas que nos anestesian de sus consecuencias
No hay mejor descripción de la realidad humana que la ficción extraterrestre. En concreto, el pasaje más icónico de la novela Dune, cuando el joven Paul Atreides es sometido a una prueba por la reverenda madre de la siniestra secta que domina el universo. Paul debe meter la mano en una caja que le produce un dolor extremo, pero si cede a la tentación de retirarla, la sacerdotisa le clavará la aguja mortal con la que le roza la piel del cuello. Es el dilema de la agonía humana: aguantar un dolor irresistible o aceptar la muerte. La escena te revuelve las entrañas, despertando los miedos que tenías en la infancia a las jeringuillas, grabados a cuchillo en tu memoria, y los que te aguardan en la vejez, cada día más perfilados en tu conciencia. Al fin y al cabo, madurar es aceptar la muerte y rebelarse contra sus dolores.
¿Cuál es tu reacción?