Así pedía dinero a Franco el Opus Dei: un “sacrificio económico al servicio de Dios, la Patria y el Nuevo Estado”
La dictadura fue crucial en la expansión de la organización religiosa. Su fundador, Escrivá de Balaguer, declarado santo en 2002, llegó a decir en 1939: “Creo que habremos de bendecir la guerra”
Catorce de julio de 1952. Álvaro del Portillo, uno de los primeros miembros del Opus Dei y el sacerdote que sustituiría al fundador, José María Escrivá de Balaguer, tras su muerte en 1975, escribe a Francisco Franco. “Excelencia, he venido desde Roma con el solo objeto de solicitar una audiencia con V.E., pero, como, dado lo avanzado del verano, me temo no pueda tener el alto honor y la alegría de visitarle para hablar de nuestra labor y proyectos y exponerle otras muchas cosas que a V.E., como buen hijo de la Iglesia y Señor natural de los españoles le habrían de interesar, me permito dirigirle la presente carta”. La misiva, facilitada a EL PAÍS por el investigador británico Gareth Gore, autor de Opus (Editorial Crítica), tiene un objetivo concreto al que la mano derecha de Escrivá de Balaguer llega tras unos cuantos rodeos: pedir dinero.
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