Austria entra en una fase de incertidumbre para formar Gobierno tras la victoria del partido ultra
Ninguna formación quiere hacer canciller al líder radical, Herbert Kickl. Los democristianos pueden intentar negociar con los socialdemócratas y liberales, aunque tampoco han cerrado del todo la puerta al partido de extrema derecha
La victoria de la ultraderecha en Austria, por primera vez en unas legislativas y con su mejor resultado histórico, abre un periodo de suspense e incertidumbre política con unas negociaciones para formar Gobierno que se auguran complicadas y largas. El Partido de la Libertad (FPÖ) ganó con un 29,2% de los votos, pero su líder, Herbert Kickl, está solo. Nadie quiere que sea canciller. En la noche electoral, todos los partidos rechazaron de nuevo una colaboración con él por su radicalidad. Como respuesta, el dirigente ultra esgrimió la “decisión” de los votantes e incluso cuestionó el talante democrático de sus oponentes. Los resultados electorales dejan sobre la mesa varias coaliciones posibles, pero un pacto puede tardar varios meses.
¿Cuál es tu reacción?