Barcelona apuesta por congelar los impuestos a los vecinos e incrementar la presión a hoteles y el puerto
El gobierno de Jaume Collboni propone subir el IBI a los establecimientos de más valor inmobiliario y a las terminales de cruceros
El gobierno del alcalde Jaume Collboni ha presentado este viernes su propuesta de ordenanzas fiscales del Ayuntamiento de Barcelona. El proyecto, que afronta la primera votación el próximo miércoles se apoya en dos cuestiones. Una, la congelación de los impuestos que pagan los vecinos (salvo un incremento en la tasa de recogida de basuras al que el consistorio está obligado por ley, que será de entre cinco y diez euros al año). Y dos, un aumento de la presión fiscal a actividades económicas vinculadas al turismo. En este sentido, se quiere subir el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los 200 hoteles con mayor valor catastral de la ciudad (los más grandes y los más céntricos), y también aumentar el IBI a los inmuebles de “carácter especial”, como son las terminales de cruceros, las infraestructuras portuarias o los túneles de peaje (el de Vallvidrera).
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