Barcelona no podrá reducir terminales de cruceros hasta, por lo menos, 2027
El Gobierno del alcalde Jaume Collboni pide negociar con el puerto y la patronal del sector exige analizar el impacto de los cruceristas
La voluntad del gobierno del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, de reducir las terminales de cruceros para poner coto al turismo que llega por mar y su impacto en la ciudad no será una cuestión rápida. Como pronto, se produciría en 2027, cuando acaba el actual acuerdo firmado por el ejecutivo de la alcaldesa Ada Colau en 2018 y que consistía en alejar los cruceros de la ciudad. Más allá del texto del convenio, el sector de los cruceros trabaja con dos y tres años de antelación, y las reservas de escalas se hacen con estos plazos, aseguran fuentes del sector, por lo que la cuestión va para largo.
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