Buscando a un padre por los barrancos y campos de naranjos de Valencia
Los hijos de José Carlos Macario, desaparecido en la riada, han rastreado durante días el territorio de destrucción donde creen que se halla el coche que conducía su padre
Cristian Macario empezó a buscar desaparecidos de la dana antes de saber que su padre era uno de ellos. Como muchos otros vecinos de las zonas afectadas, salió al encuentro de supervivientes el miércoles 30 de octubre, cuando todos en esta zona comenzaron a explorar el alcance de la destrucción. Como perdió la cobertura, no se enteró hasta el día siguiente de que su padre, José Carlos Macario Gil, no había dado señales de vida desde el martes por la tarde, cuando regresaba a casa en coche junto a un compañero del trabajo. Entonces tuvo que priorizar. Partiendo del último lugar donde se detectó la señal de GPS del móvil del compañero ha peinado kilómetros y kilómetros de terreno, junto a su hermano Paco y otros amigos. La tarea parece casi imposible. El área de rastreo es gigantesca y muchos vehículos están sepultados debajo del fango. Cristian prefiere esto a esperar a que suene el teléfono con una noticia fatídica: “Sé que estamos dando palos de ciego, pero si me quedo parado me pongo nervioso”.
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