‘De la vida mía’, de Miquel Barceló: todas las formas de la pintura
Notas de cuadernos, bocetos sin forma, figuras suspendidas, destellos de agua en el desierto, figuras animales fugaces o escenas iluminadas de color en un mercado o una calle están explicados por el artista mallorquín sin postureo
La fascinación es visual y es escrita, ambas enredadas y simbióticas, eróticamente entrelazadas como si no hubiese modo humano de separar al sujeto Miquel Barceló del pintor Miquel Barceló. Sus murrias y recuerdos, sus confidencias y evocaciones destilan una franqueza desarmante y sin impostura, suelta, libre, arrebatada y también exaltada porque nace de largas conversaciones con la editora del libro para Mercure de France, Colette Fellous, y se cuece en la morosidad de decidir la reproducción de dibujos, pinturas, trastos, rincones, papeles, paisajes, objetos que han decidido seleccionar para que el espectador y el lector se sientan en una simbiosis extrañísima.
De la vida mía
Miquel Barceló Galaxia Gutenberg Traducción al castellano de Nicole d'Amonville Alegría Traducción al catalán de Emili Manzano 264 páginas. 32 euros.¿Cuál es tu reacción?