Descartar una carrera o pasar cuatro horas diarias en el bus: “El alojamiento nos quita muchas oportunidades a los universitarios”
En muchos campus públicos de ciudades con alquileres prohibitivos, los inscritos se desplazan cada día desde muy lejos o pierden solicitudes de alumnos de otras partes de España
Miles de universitarios recorren cada día decenas de kilómetros para acudir a clase, porque el precio del alojamiento fuera de casa es inasumible para sus familias y las becas ―que el Gobierno pretende revisar porque están bajando los beneficiarios cuando más dinero se invierte― llegan a muy pocos por los bajos umbrales de renta. Otros, directamente, optan por descartar el grado de sus sueños. Es el caso de María Ángeles Guzmán Moreno, de 21 años, que tuvo que renunciar a la carrera deseada aunque logró un apaño: “El problema del alojamiento quita muchas oportunidades a los jóvenes. Yo pude encontrar una solución, pero literalmente hay gente que no estudia lo que quiere por ese problema”.
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