Los secretos del imponente palacio cántabro que Amenábar hizo famoso en ‘Los otros’
Los Hornillos, ubicado en el valle de Iguña, fue obra de Ralph Selden Wornum, arquitecto que reprodujo en el norte de España cierta tendencia ‘Old English’ a la moda entre las familias pudientes de finales del siglo XIX
“¡Esta casa es nuestra! ¡Esta casa es nuestra!”, repetían Grace (Nicole Kidman) y sus hijos al final de Los otros (2001), la película de Alejandro Amenábar. En la ficción, su casa estaba en la isla de Jersey, en mitad del canal de La Mancha, tierra de nadie que remitía al propio limbo en el que habitaban sus protagonistas sin saberlo. Pero la ubicación real era Las Fraguas, en el valle de Iguña, en el Alto Besaya: el corazón mismo de Cantabria. Aunque el palacio de Los Hornillos se erigió en el norte de España a principios del siglo XX, reproduce con tanta fidelidad las formas de la arquitectura Tudor que se diría que es un pedacito del Renacimiento inglés trasplantado a la Europa continental. No es de extrañar que Nicole Kidman añadiera, muy decidida: “Nadie puede hacernos salir de esta casa”.
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