“Llevo oyendo que soy vieja desde que tengo 30 años”: Daryl Hannah, la actriz que nunca se ha callado
40 años después de ‘1, 2, 3... Splash’, la película que la convirtió en una estrella, la actriz ha conocido el éxito y el fracaso, el acoso de la prensa, la violencia de Harvey Weinstein y ha decidido que una estrella de cine puede hacer muchas más cosas aparte de actuar
Hace cuarenta años, el estreno de 1, 2, 3... Splash, actualización en forma de comedia romántica de La Sirenita de Andersen, descubrió al mundo una criatura fascinante: Daryl Hannah (Chicago, 63 años), rubia altísima y escultural de ojos azules que consiguió que un ejército de niñas que hoy frisan los cuarenta se llamen Madison, como la protagonista de la película. Un papel rechazado previamente por Sharon Stone, Michelle Pfeifer y Melanie Griffith sirvió para consolidar su hasta entonces titubeante carrera. Lo que pocos podían imaginar es que aquella exhibición pública que habría colmado de felicidad a cualquier actriz emergente, era un verdadero suplicio para ella. Toda la película había tenido un cierto aire de pesadilla. “Había viajado mucho por el mundo, pero al mismo tiempo estaba muy protegida”, declaró a People. “Todavía no había tenido novio, así que la desnudez me ponía muy nerviosa”.
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