Donald Trump y la barbarie imaginaria
El candidato republicano utiliza dos tragedias del continente para propagar el miedo y atacar a la Administración demócrata
Perros y gatos. Ese es el eje de la conversación desde la noche del martes: animales domésticos frente a una barbarie imaginaria. Cuando Donald Trump soltó el bulo en el debate con Kamala Harris, cualquier persona informada y serena ya sabía que los migrantes haitianos no se comen las mascotas de los vecinos de Springfield, una pequeña ciudad de Ohio. Eso ni siquiera sucede en el homónimo pueblo de Los Simpson, que según las redes sociales lo predijeron todo —aunque en un capítulo salen tres perros nadando en una enorme caldera de la cervecera local—. Los memes enseguida inundaron las plataformas, a pesar del propósito de los asesores del magnate. Buscaban generar un clima de drama distópico y se quedaron en un sketch digno de Matt Groening, padre de la serie.
¿Cuál es tu reacción?