Duelo en el kibutz bajo los misiles de Hezbolá
Decenas de familiares y amigos despiden al joven Sivan Sade, último civil israelí muerto por un proyectil llegado desde Líbano
Llueve sobre mojado en forma de misiles de Hezbolá sobre el kibutz Kafar Masaryk. Decenas de personas despiden en la tarde del jueves al joven Sivan Sade, muerto la víspera, cuando los cohetes lanzados desde Líbano, a unos 20 kilómetros en línea recta, se dirigen de nuevo a esta comunidad agrícola. Es la realidad cotidiana del norte de Israel desde que hace 13 meses comenzara la guerra. Saltan las alarmas ante la detección de proyectiles volando hacia la zona y hay apenas unos segundos para ponerse a salvo. El cielo truena y las paredes tiemblan por efecto de las defensas antiaéreas que peinan el cielo a la caza del armamento enemigo.
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