El cocinero que dejó los restaurantes de altos vuelos para salvar el bar de sus abuelos en el pueblo
El restaurante El Chiringuito emerge como joya escondida en Sedella, una localidad malagueña de apenas 600 habitantes donde un cocinero de 27 años renueva las recetas familiares
En la barra hay un puñado de parroquianos. Son trabajadores del campo que hacen parada técnica a la hora del aperitivo. A su alrededor hay taburetes altos, mesas de madera, columnas de ladrillo visto. Más allá, un par de capazos de esparto decoran una de las paredes. A simple vista es un bar de pueblo más, pero El Chiringuito, en Sedella (Málaga, 598 habitantes) es un restaurante que conjuga la tradición con la alta cocina. Tiene una carta de entrantes, carnes y pescado. Y un menú degustación (70 euros) compuesto por una docena de pases. Es ahí donde el chef Víctor Hierrezuelo, de 27 años, juega con el producto local y ofrece lo aprendido en su corta, pero intensa carrera en cocinas como las de Arzak y Bardal: de la ostra con ajoblanco al mollete de conejo a la pastoril pasando por la morcilla que elaboraba su tía Matilde o los callos que cocinaba su abuela Rosita. “Me enseñaron todo y sus platos no podían faltar”, destaca el joven, que se multiplica entre fogones para hacer algo muy parecido a la magia.
El Chiringuito
- Dirección: Avenida Villa del Castillo, 24, 29715, Sedella, Málaga
- Teléfono: 601 99 55 59
- Horario: De viernes a martes de 10.00 a 22.30. Miércoles y jueves, cerrado.
- Precio aproximado: 25/30 euros por persona. Menú degustación: 70 euros.
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