El congreso del Partido Laborista lucha por resucitar el entusiasmo de los votantes
El escándalo de los trajes y las entradas de fútbol regaladas a Keir Starmer ensombrecen el proyecto de cambio del nuevo Gobierno
Los miembros del Partido Laborista británico están todavía en ese estado de embriaguez que producen las victorias históricas. Cualquier error propio se minimiza: es simplemente una exageración del enemigo. Por ejemplo, los más de 120.000 euros que Keir Starmer ha recibido en apenas cuatro años de donantes millonarios, destinados a trajes, gafas de diseño o entradas para el fútbol. “Todo ese asunto de los regalos no es más que una cortina de humo, algo que sucede en muchos partidos políticos. No es algo que me preocupe demasiado, porque me huele más bien a una estrategia del Daily Mail”, dice Christopher Holden, un miembro del partido que ha viajado desde la localidad de Preston hasta Liverpool para asistir al congreso de la formación.
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