El dúo que impulsó Tupperware: una historia de éxito, fracaso y celos profesionales
Earl Tupper fue el creador de los recipientes que se acabaron conociendo con su apellido, pero fue Brownie Wise la que los hizo populares. La empresa ha solicitado esta semana la declaración de quiebra
La historia de Tupperware tiene todos los ingredientes con los que se podría hacer un guion de película o miniserie, pero sin final feliz. Un protagonista que consigue el sueño americano de tener un negocio de éxito tras varios fracasos, una mujer que acaba pagando el éxito obtenido por su trabajo, celos profesionales, un producto que se convierte en icono y una quiebra de la que parecía poder salvarse casi en el último momento, pero que finalmente ha llegado.
Una marca universal... cuya acción casi vale cero en Bolsa
Hasta hace unos días, Tupperware era una marca de recipientes reconocida en todo el mundo, aunque en decadencia. Una enseña que incluso se convirtió en un nombre genérico, sinónimo de envase para el frigorífico –los términos táper, tóper y túper se encuentran en el diccionario de la RAE–. Pero la quiebra y el derrumbe de la acción en Bolsa la ha llevado a una situación límite. Tras caer un 57% el lunes y un 88% el jueves, la acción recuperó el viernes, pero aún así se mantiene en valores cercanos a cero. En un entorno de volatilidad, la compañía en su conjunto llegó a valer solo 3 millones de dólares en la sesión. Muy alejados de los máximos de 2013 cuando cada título superó los 90 dólares y llegó a tener un valor total de más de 4.000 millones.
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