El fastidio de gobernar
Mal puede ser Junts una alternativa de gobierno cuando todos sus esfuerzos hasta ahora se han dirigido a salvar la situación personal de Carles Puigdemont
A Carles Puigdemont le disgusta que Cataluña sea gobernada. Doce años de desgobierno no pasan en vano. No será fácil borrar su rastro ni abandonar los malos hábitos. Con mayor razón por parte de quienes han pretendido institucionalizar el fracaso con la invención de inútiles organismos para rescatar sus perdidas apuestas. Naturalmente, a costa de dilapidar el legado del partido que más tiempo ha gestionado la Generalitat, la mayoría de sus municipios, consejos comarcales y diputaciones, sin olvidar los servicios prestados a la gestión de los gobiernos españoles de todos los colores.
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