El impacto de un meteorito mayor que cuatro Everest impulsó la vida hace más de 3.000 millones de años
Un estudio revela que las bacterias no solo se recuperaron rápidamente tras el catastrófico evento, sino que prosperaron aprovechando los recursos minerales que dejó la roca espacial
Hubo una época en que la Tierra era un blanco fácil. Los meteoritos la golpeaban de forma recurrente, alterando con violencia su superficie. Hace 3.260 millones de años, una gigantesca roca espacial más grande que cuatro montes Everest —y hasta 200 veces mayor que la que extinguió a los dinosaurios— se estrelló contra nuestro planeta y dejó una huella tan monumental que los científicos son capaces de rastrearla hasta el día de hoy. Pero no logró acabar con la vida, que estaba empezando a despertar en forma de seres unicelulares. Todo lo contrario, la fortaleció, según un nuevo estudio.
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