El juez retrasa la vista de los hermanos Menéndez para pedir su libertad a finales de enero
Lyle y Erik Menéndez, que asesinaron a sus padres en 1989 y llevan más de 30 años en prisión, han comparecido en un juzgado por primera vez en 28 años, aunque finalmente por teléfono, no presencialmente ni por videollamada
Las expectativas eran evidentes, aunque han quedado un poco diluidas: ha habido hasta una lotería para poder ver en vivo y en directo a los hermanos Menéndez. Lyle, de 56 años, y Erik, de 53, han comparecido en la corte de Van Nuys, una ciudad al noroeste de Los Ángeles, California, y perteneciente al mismo condado, este lunes 25 de noviembre a las 10.30 de la mañana hora local. Eso sí, lo han hecho no de manera presencial. Iban a entrar por videoconferencia, y no lo han logrado por problemas técnicos, así que su comparecencia se ha quedado en telefónica. Sin embargo, al no tener que participar ni responder a preguntas, solo han escuchado, ni siquiera han hablado. Esta era la primera vez en 28 años que estaban convocados y se les podía haber visto en público. La prensa local lleva semanas anunciando su visita a la corte, por lo que decenas de personas se han acumulado a las puertas del juzgado desde las cuatro de la mañana para poder ver a los asesinos más mediáticos del momento, aunque se han quedado con las ganas.
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