El referéndum europeísta profundiza la división en Moldavia, candidata a entrar en la UE
El avance del escrutinio arroja un rechazo del electorado a incluir en la Constitución la adhesión a la Unión Europea. La presidenta moldava culpa a grupos criminales y “fuerzas extranjeras” de comprar 300.000 votos
Decía en la mañana de este domingo Maia Sandu, la presidenta de Moldavia, que el voto no es solo un “sello en un papel” sino la expresión de tu “destino”. El de los ciudadanos de este país (2,5 millones de habitantes) seguirá partido en dos, polarizado entre la posible adhesión a la Unión Europea, sobre la que se preguntaba en referéndum constitucional durante la jornada electoral y los cantos de sirena de Rusia ―formaciones prorrusas han hecho campaña por el boicot a la consulta―. Con más del 90% del escrutinio y a falta del conteo final de las papeletas del extranjero, la opción europeísta, defendida desde la jefatura del Estado, sufrió un fuerte varapalo. A media noche, Sandu, con gesto muy serio, compareció ante los medios para leer una declaración en la que denunció un ataque “sin precedentes” orquestado por grupos criminales y “fuerzas extranjeras hostiles” para la compra de 300.000 votos. “Su objetivo era socavar un proceso democrático. Sembrar el miedo y el pánico en la sociedad”, señaló la presidenta. La líder del proeuropea Partido de Acción y Solidaridad (PAS) informó de la apertura de una investigación por fraude elctoral.
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