Enrique Ponce, puerta falsa
Dos orejas de regalo para el valenciano en su despedida de Madrid; otra pasea el confirmante Samuel Navalón ante una corrida sin fuerza ni casta de Garcigrande y Juan Pedro
Tras treinta y cuatro años de alternativa, Enrique Ponce se despidió de Madrid por la puerta grande. Perfecto epílogo, si ese premio hubiese sido merecido. No lo fue. A Ponce, indiscutible -y discutida- figura del toreo de las últimas décadas, le regalaron dos orejas y se lo llevaron a hombros al término del festejo porque era lo que tocaba.
Garcigrande y Domecq / Ponce, Galván, Navalón
Toros de Garcigrande (1º, 2º y 3º), correctamente presentados (feo y sin remate el 3º), mansos, nobles y con cierta movilidad; y Juan Pedro Domecq (4º, 5º y 6º), bien presentados, mansos, nobles, flojos y descastados.
Enrique Ponce: pinchazo, media estocada baja y atravesada, y dos descabellos (silencio); estocada (dos orejas).
David Galván: estocada trasera y caída, un descabello _aviso_ y otros dos descabellos (palmas y sale a saludar); dos pinchazos y estocada ligeramente desprendida y atravesada (silencio).
Samuel Navalón, que confirmaba la alternativa: _aviso_ pinchazo, estocada muy atravesada y tendida _segundo aviso_ y dos descabellos (leves palmas y sale a saludar); estocada _aviso_ (oreja).
Plaza de toros de Las Ventas. Primera corrida de la Feria de Otoño. Más de tres cuartos de entrada (20.973 espectadores, según la empresa).
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