Errejón en el pozo

Si un fanático se empeña, encuentra en los libros sagrados la justificación a cualquier fechoría. El expolítico de Sumar no se excusará en un Dios, pero parece haber encontrado en razones de orden psicológico la explicación a su desvarío

Oct 27, 2024 - 18:00
 0  0
Errejón en el pozo
Íñigo Errejón, durante un pleno del Congreso de los Diputados.

Fue en extremo paradójico que justo este viernes en el que se analizaba en voz alta o susurros el inaceptable comportamiento de un político descontrolado un grupo numeroso de gente nos reuniéramos en torno al querido y admirado psiquiatra Guillermo Lahera. El libro recién publicado lo merece, Las palabras de la bestia hermosa. Breve manual de psiquiatría con alma, un ensayo al modo de Oliver Sacks que nos introduce en la enfermedad mental a través de las voces de quienes la padecen, personas que llegan a su consulta lidiando con la paranoia, el trauma, la depresión severa, la bipolaridad. Lahera es el humanista que escucha, que rompe esa barrera que empequeñece al paciente para ayudarle a desliar la maraña mental. Es curioso, pienso, que el asunto de Íñigo Errejón sobrevolara en el acto porque fue el portavoz de Sumar quien llevó al Congreso la necesidad de aumentar la inversión en asistencia psiquiátrica y psicológica en este país que tiene cuatro veces menos profesionales en la sanidad pública que la media europea y unos tiempos de espera de alrededor de tres meses, aunque el 35% haya de aguardar seis. Hablamos de enfermos que experimentan un sufrimiento extremo que se extiende al ámbito familiar. Errejón sacó a relucir este asunto en el momento en el que el mundo comenzaba a despertar de la pesadilla de la pandemia y, cómo no, hubo diputados que se mofaron. Qué terrible que el hábitat enconado y propenso a la vileza en el que pasan los días nuestros representantes favorezca la burla hacia quienes ahí fuera, donde hace frío, esperan aliviar su desamparo.

Seguir leyendo

¿Cuál es tu reacción?

like

dislike

love

funny

angry

sad

wow