Tom Hopcroft: “Señalar al turista es apuntar de forma equivocada”
El fundador de la comunidad Guiris de Mierda organiza actividades de música en directo, yoga en el Retiro, mercadillos de ropa, noches de citas rápidas y rutas del Camino de Santiago tres veces al año
Tom Hopcroft (31 años, Birmingham, Reino Unido) lleva sandalias con calcetines a todas partes. Al fin y al cabo, es normal viniendo de alguien que se describe a sí mismo como guiri profesional. Con un acento brummie menos forzado que el de los Peaky Blinders, explica cómo acabó convirtiéndose en uno de los vecinos más famosos del barrio madrileño de Aluche. Al acabar sus estudios, se fue a Australia con una visa de trabajo en el típico gap year que muchos británicos realizan después de la universidad. Allí, se enamoró de una española que le propuso mudarse a Madrid para comenzar una nueva vida. El amor no funcionó con la chica, pero sí con España. Cansado de ser calificado como un “guiri de mierda”, impulsó una marca de camisetas con este lema para reivindicar jocosamente el orgullo expat. Pronto, el proyecto se hizo tan grande que a día de hoy se ha convertido en una comunidad capaz de reunir a miles de personas de todo el mundo a través de eventos que fomentan el deporte, la vida social y la búsqueda de una comunidad para quienes están lejos de casa.
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