Hacienda busca blindar el impuesto a banca y energéticas con un nuevo diseño para evitar litigios
El ministerio quiere que las empresas puedan minorar parte de la cuota con el impuesto de sociedades y así evitar la doble imposición. Las patronales alertan de un impacto de 66.000 millones y Botín asegura que la medida “va en contra del crecimiento económico”
El Ministerio de Hacienda está trabajando a todo tren para intentar convertir en permanentes los actuales gravámenes sobre banca y energéticas, algo que tiene que lograr antes de que termine el año y que cada vez se torna más difícil. En estos momentos hay dos grandes frentes abiertos que avanzan en paralelo, uno de carácter político y otro que atañe a cuestiones meramente técnicas. El primero pasa por intentar convencer a los socios más reticentes con la medida: el PNV y Junts, espoleados por empresas como Repsol. El segundo quiere asegurar que en caso de que los nuevos tributos reciban luz verde no sean tumbados más adelante por la justicia por aspectos formales de diseño y planteamiento. Algunas empresas ya han anunciado que llevaran el impuesto a los tribunales. Al Gobierno le preocupa especialmente tanto la competencia territorial que podría desencadenarse si las nuevas figuras se transfieren a los conciertos vasco y navarro, como la doble imposición, que se da cuando un mismo hecho imponible se grava dos o más veces. Para esto último, según confirman varias fuentes conocedoras, Hacienda baraja la posibilidad de incluir una cláusula que permita minorar parte de la cuota abonada en el impuesto de sociedades.
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