Jugar con fuego
En medio de una catástrofe, cuando se sabe que los ciudadanos nos volvemos menos tolerantes, se ha creado deliberadamente una atmósfera de desconfianza hacia la política y el Estado
La indignación se palpaba en el ambiente. ¿Era tan difícil captar ese sentimiento tan profundamente político? ¿Qué radares han fallado para pensar que los Reyes, el presidente Sánchez o Carlos Mazón podrían visitar tranquilamente las zonas devastadas por la dana? Desde luego Carlos Mazón debería habérselo pensado dos veces. Si ya era difícil ver que se quedara la culpa como prenda, en otro giro de su manifiesta torpeza lo hemos visto hoy esconderse detrás del Rey, incluso físicamente, cuando lo decente habría sido alejarse de él para no azuzar ni atraer aún más la furia de los ciudadanos.
¿Cuál es tu reacción?