La atropellada salida de Goiri: entre el yugo del BCE y la nueva era en Criteria
El presidente renuncia sin presentar su balance del año en la junta de accionistas y un día antes de publicarse unos beneficios de récord
El adiós de José Ignacio Goirigolzarri como presidente de CaixaBank era un secreto a voces que cogió fuerza en los mentideros empresariales a principios de octubre. Espoleó los rumores el Banco Central Europeo (BCE), que en esas fechas insistía en la necesidad de que los bancos avanzaran en la separación de competencias entre presidente y consejero delegado, con funciones representativas para el primero (lo que en el argot anglosajón se conoce como chairman) y ejecutivas para el segundo. Lo hacía en un documento oficial, el borrador a la nueva guía de gobernanza para el sector financiero, pensado para entrar en vigor en 2025. CaixaBank tenía deberes pendientes: Goiri, como presidente, y el número dos del banco, Gonzalo Gortázar, detentaban ambos poderes ejecutivos. Aunque nada nuevo hay bajo el sol en la actualización de los consejos del BCE -que, por otra parte, no son de obligado cumplimiento-, esta vez se instaló la idea de que, aprovechando el vencimiento de su mandato de cuatro años, Goiri dejaría su actual cargo en la junta de accionistas de la entidad, a celebrar en torno a marzo de 2025. Fuentes oficiales de CaixaBank preguntadas por la cuestión hace apenas un mes, no atisbaban ningún movimiento inminente. Incluso el mercado contemplaba la posibilidad de que Goiri renovara, ya como chairman, el año que viene.
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