La inteligencia artificial multiplicará por 1.000 la basura electrónica esta década
Un estudio calcula que, si no se toman medidas de reducción de residuos, los equipos que quedarán obsoletos en los centros de datos hasta 2030 provocarán un importante problema ambiental
Gigantes tecnológicos como Google, Microsoft o Meta están inmersos en una frenética carrera por desarrollar más y más herramientas basadas en inteligencia artificial (IA) generativa. Esa competición está dejando su huella en el planeta. El entrenamiento y mantenimiento de estos sofisticados modelos requiere de un gigantesco poder computacional funcionando las 24 horas en los centros de datos. Eso ha disparado el consumo energético de estas infraestructuras, así como sus emisiones de carbono asociadas y el gasto de agua, empleada para refrigerar los sistemas. Pero la huella ambiental de la IA generativa no acaba aquí. Los equipos usados en los centros de datos en los que se cocina esta tecnología hay que renovarlos continuamente, y eso produce una gran cantidad de residuos digitales, incluyendo metales altamente tóxicos, como el plomo o el cromo. Un grupo de científicos ha hecho cálculos y su conclusión es alarmante: si no se toman medidas para reducir la basura electrónica asociada a la IA generativa, esta se multiplicará por 1.000 hasta 2030, alcanzando entre 1,2 y 5 millones de toneladas.
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