Lágrimas con la ‘Ilíada’: Robin Lane Fox receta magistralmente cómo leer el poema y conmoverse con él hasta el llanto
El nuevo libro del gran clasicista inglés de 78 años desmenuza las claves de la obra de Homero, y también a su creador
¿Por qué leer hoy la Ilíada, el gran poema de Homero? Es cierto que la actualidad y la omnipresencia de la guerra —la de Troya en su caso— la hacen cercana, y que hasta aparece una gran inundación, con ecos de la dana valenciana, cuando el Escamandro se desborda “fluyendo con gran estruendo” y “la hinchada ola del río, acrecido por las aguas del cielo,” persigue a Aquiles. Y el río mismo dice en el poema: “Pronto en lo más hondo de la marisma yacerán sus bellas armas enterradas bajo el limo. Y a él lo revolcaré y lo cubriré con las arenas, le echaré encima escombros a millares, y los aqueos no serán capaces ni de recoger sus huesos: tanto será el fango con que lo cubriré” (en la versión de Gredos con traducción de Emilio Crespo Güemes). Pero la gran argumentación a favor de leer la Ilíada es mucho más profunda que sus resonancias presentes y nos llega ahora de la mano del gran clasicista británico Robin Lane Fox (Eton, 78 años), que dedica su último libro, Homero y su Ilíada (Crítica, 2024), a entonar un canto, y valga la palabra, a la obra del poeta. Un canto erudito, lleno de consideraciones interesantísimas y novedosas sobre el “incomparable” poema y sus circunstancias, pero sobre todo un canto apasionado, en la consideración de que no hay nada tan grande y emocionante como leer la Ilíada (si acaso, concede, Tolstói y Shakespeare), probablemente, opina, la mayor expresión del espíritu humano, nada menos.
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