Las dificultades de Barnier para formar gobierno alargan la crisis francesa
El nuevo primer ministro ha encendido los ánimos de los partidos que deben apoyarle al insinuar que deberá subir los impuestos tras encontrar una grave situación en las finanzas
El chiste político estos días en Francia ironiza sobre si llegará primero el Gobierno del nuevo primer ministro, Michel Barnier, o más bien la destitución o dimisión del presidente de la República, Emmanuel Macron. La realidad es que ambos atraviesan grandes dificultades y la suerte del jefe del Estado, que afronta un proceso constitucional para tumbarle y convocar elecciones presidenciales, impulsado por la izquierda radical de La Francia Insumisa (LFI), irá ligada al éxito de Barnier para conformar un Ejecutivo. Al menos en esta primera fase, donde el nuevo primer ministro está encontrando resistencias inesperadas. La negociación del Brexit que llevó a cabo Barnier durante más de dos años va camino de convertirse en un juego de niños comparado con la papeleta de formar un Gobierno en Francia.
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