Los divertidísimos índices de audiencia
Nunca creí que leer los datos fuera una diversión tan popular y apasionada. Creía, por los amigos que trabajan en la tele, que eran tediosos y que daban angustia
Decían que todo español tenía un seleccionador de fútbol dentro, pero estamos descubriendo que también tenía un ejecutivo de televisión. Siento envidia por quienes viven pendientes de las audiencias de Motos y Broncano y celebran las décimas arriba o abajo como goles de Iniesta. Ojalá pudiera encontrar yo una fuente de gozo y entretenimiento tan sencilla y barata. Los envidio como envidio al perro que puede pasar dos horas mirando los ciclos de la lavadora sin pestañear. Qué beatitud, ser feliz con tan poco. Yo me quiero suicidar si me monto en un tren y descubro que no he metido un libro en la mochila.
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