Los Mossos contratan a tres empresas para la destrucción de marihuana por más de 330.000 euros
Las compañías tienen la función de arrancar, cortar y triturar las plantas en los operativos policiales
Más de 400 plantas de marihuana de más de un metro, floridas y brillantes, esperan la recolecta. Pero en lugar de los jardineros que las han cultivado clandestinamente en la montaña, ocultos entre frondosos árboles, riachuelos y barrancos, les aguarda una trituradora. La han transportado hasta ahí los agentes rurales en helicóptero, echándole un capote a los investigadores de los Mossos d’Esquadra que durante meses han investigado a la organización que ha cultivado semejante vergel cannábico. En menos de una hora, los dos operarios han reducido a migajas la plantación. Si la hubieran tenido que desbrozar los agentes una a una, podrían haber echado el día al sol. “Es un castigo divino”, bromeaban con EL PAÍS hace un año los mismos policías que unos meses antes tuvieron que desmantelar 4.000 ejemplares con sus propias manos.
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