Los recuerdos familiares que el agua no borró
En un rincón de la Universidad de Valencia, un equipo de expertos restaura voluntariamente los álbumes fotográficos sepultados por el barro que sobrevivieron a la dana
“Los coches los puedes reponer, pero esto tiene un valor sentimental incalculable”. Ana Piedra llegó a media mañana a uno de los laboratorios del Museo de Historia Natural de la Universidad de Valencia temblando, con los ojos llorosos y con la única fotografía que su madre, de 76 años, logró salvar de su padre, ya fallecido. Es un retrato familiar en el que sale la pareja junto a la propia Ana y su hermana, posando y mirando a cámara. Lo trae todavía lleno de barro y con el marco de plata en el que la imagen estuvo durante años expuesta encima de una cómoda, en la entrada de la casa de su madre. Lleva días húmeda y el deterioro es más que evidente, la tinta ha empezado a correrse por las cuatro esquinas. A esta vecina de Algemesí de 44 años las riadas le pillaron de vuelta a casa con su marido, sus dos hijos y el perro en Massanassa, donde abandonaron el coche para buscar refugio en el domicilio de unos desconocidos. Su madre guardaba el resto de las fotografías y álbumes familiares en la parte baja del mueble de la tele del salón que fue directo a la basura tras las inundaciones: “No hemos podido abrir ni las puertas, ni los cajones. Está todo perdido”.
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