Lotte Kopecky repite arcoíris bajo la lluvia en el Mundial de ciclismo de Zúrich
La corredora belga aprovechó los errores tácticos de Demi Vollering en una carrera en la que sucumbió Mavi García y en la que Eneritz Vadillo fue la sexta sub-23
Las casas de piedra, mansiones imponentes, de Zúrich se construyeron con fortunas vergonzosas y la mejor colección de pintura de su magnífico museo, cézannes, manets y renoirs, nenúfares gigantescos y retratos delicados a mansalva, la amasó, a veces con oscuras artes, Emil Bührle, un fabricante de armas del barrio de Oerlikon que se convirtió en el hombre más rico de Suiza vendiéndole cañones y tanques a Hitler y a Mussolini en la Segunda Guerra Mundial. Junto al lago, turbio, oscuro, la belleza oculta el horror y las nubes negras esconden el arcoíris, y el diluvio, por el que las mujeres pelean duramente en una carrera de pura supervivencia y errores. La ciclista más fuerte, la neerlandesa Demi Vollering, terminó quinta en una llegada a seis en la que se impuso su íntima enemiga, y compañera de equipo, la belga Lotte Kopecky, la más inteligente tácticamente, y la más rápida, pura potencia en sus piernas. Segunda fue la norteamericana Chloe Dygert y tercera, la italiana inoxidable y coriácea Elisa Longo Borghini.
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