‘Megalópolis’, tan delirante como pretenciosa
La última película de Francis Ford Coppola es un delirio sin un mínimo de gracia, con un argumento imposible seguir, mezclando géneros de forma confusa y sin el menor interés
Excepto para espectadores despistados respecto a la personalidad y la obra anterior del señor que firma Megalópolis, es imposible que cualquier cinéfilo e incluso un público mayoritario olvide en algún momento el nombre de su creador. Y su significado en la historia del cine. Este señor se llama Francis Ford Coppola. Tiene 85 años. No se ha jubilado, pero rodar una película a su provecta edad puede estar relacionado con el definitivo testamento, la sensación de que es improbable que pueda seguir narrando historias con la cámara. Y hasta el receptor menos cultivado sabe que este hombre fue el creador de dos inapelables obras maestras tituladas El Padrino y El Padrino 2 (la tercera parte no llega a esas alturas sublimes) y también de aquel perturbador viaje al corazón de las tinieblas, situado en la guerra de Vietnam, que se titula Apocalypse now. Coppola ha realizado muchas más películas, y hay algunas que a mí me gustan mucho como La conversación o La ley de la calle, y otras que me resultan olvidables, pero ser el autor de la saga mafiosa le colocó mas allá del bien y del mal.
Megalópolis
Dirección: Francis Ford Coppola.
Intérpretes: Adam Driver, Giancarlo Esposito, Nathalie Emmanuel, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf, Jon Voight, Laurence Fishburne.
Género: drama. EE UU, 2024.
Duración: 138 minutos.
Estreno: 27 de septiembre.
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