Perro Negro, el reguetón más feroz se cuela en el barrio más lujoso de Madrid
La emblemática discoteca de Medellín abre sede en el distrito de Salamanca y apunta a colocar el perreo en lo más alto de la fiesta madrileña
Muchas cosas han tenido que pasar para que en una mesa de una discoteca del barrio Salamanca, uno de los de mayor renta de Madrid, se abra una botella de aguardiente Antioqueño. Primero, en 1917, tuvo que haber existido en Medellín una tienda de abarrotes donde se vendían escopetas, revólveres y dinamita, que se llamó Perro Negro y que, después, se convertiría en taberna de mala muerte y antro de maleantes y ladrones hasta 1997.
¿Cuál es tu reacción?